Para la prevención y cuidado de los tomates y calabacines se puede utilizar tanto jabón potásico como leche con bicarbonato de sodio.
Alterne el tratamiento con jabón potásico y leche con refresco, luego podrá brindar una protección integral a las plantas.
Aplicación de jabón potásico: Diluir 20-30 gramos de jabón potásico en 1 litro de agua, pulverizar uniformemente las plantas, especialmente el envés de las hojas. Es recomendable realizar el tratamiento una vez por semana o según sea necesario, especialmente cuando aparecen plagas.
Leche con bicarbonato de sodio: Mezclar 1 litro de leche (preferiblemente descremada) con 1 litro de agua, agregar 1 cucharadita de bicarbonato de sodio y mezclar bien. Rocíe las plantas cada 7 a 10 días, especialmente durante el clima húmedo, cuando aumenta el riesgo de enfermedades fúngicas.
Monitorear el estado de las plantas y ajustar la frecuencia y concentración de los tratamientos según sea necesario. Aplicar fertilizante algún tiempo después del tratamiento.
Alterne el tratamiento con jabón potásico y leche con refresco, luego podrá brindar una protección integral a las plantas.
Aplicación de jabón potásico: Diluir 20-30 gramos de jabón potásico en 1 litro de agua, pulverizar uniformemente las plantas, especialmente el envés de las hojas. Es recomendable realizar el tratamiento una vez por semana o según sea necesario, especialmente cuando aparecen plagas.
Leche con bicarbonato de sodio: Mezclar 1 litro de leche (preferiblemente descremada) con 1 litro de agua, agregar 1 cucharadita de bicarbonato de sodio y mezclar bien. Rocíe las plantas cada 7 a 10 días, especialmente durante el clima húmedo, cuando aumenta el riesgo de enfermedades fúngicas.
Monitorear el estado de las plantas y ajustar la frecuencia y concentración de los tratamientos según sea necesario. Aplicar fertilizante algún tiempo después del tratamiento.